Según ERICH FROMM
para que el amor se le considere como un arte es necesario cierto conocimiento
y esfuerzo para poder comprenderlo por ello se esmera para poder explicarnos de
la manera más sencilla. Además habla de cómo la sociedad va cambiando
continúame como es la profunda transformación que ocurre el siglo XX con
respeto al “objeto de amor”, la cual me hace pensar que habla sobre la
transformación o modificación de la finalidad que se tenían sobre el concepto
del amor en distintas culturas, con distintas costumbres.
El autor hace una comparación, que en mi opinión es
muy acertada, del amor con la comercialización, ya que según él, la cultura
contemporánea está tan acostumbrada y/o basada en el deseo de comprar, porque
la felicidad del hombre moderno se encuentra en las vitrinas y aparadores de
los negocios y nos les importa pagar al contado o a plazo (a pagos) para
conseguir lo que quiere, y la humanidad considera a la gente de una forma muy
similar porque tratan de conseguir como sea a una mujer o un hombre atractivos que vienen
siendo los premios que se quiere conseguir ¿Y que es ser atractivo? Atractivo
significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por
las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad.
En la actualidad
existen muchos casos de ese estar “locos” que menciona FROMM, porque sin
importar la edad, las relaciones que inician con una gran pasión con esa
intensidad poco a poco se van a barriendo de ellos mismos, sus desilusiones
saldrán a flote, el egocentrismo estará presente y solo mostraran lo solitario
que se sentían en el instante de que se “enamoraron”, y todo esto es fácil de
confirmar con solo darle un vistazo un poco más profunda al mundo entero,
cuantos rompimientos de noviazgo no ha habido así, cuantos divorcios, cuantos
jóvenes ejercen el matrimonio a tan temprana edad y después de ciertos años se
están separando por la misma razón que antes se ha mencionado, cuantas
relaciones no habrá basadas en este criterio, ciertamente FROOM dio en el
clavo.
Es necesario un cambio
de actitud si es que deseamos aprender a amar. Para poder lograrlo tenemos que
llevar un proceso de aprendizaje que llevaríamos si aprendiéramos cualquier
arte como música, pintura, danza, el arte de la carpintería, el de la medicina
o cualquier arte que se nos ocurra en el momento. Para poder hacer lo anterior
es indispensable seguir dos pasos esenciales que son: el dominio de la teoría,
porque no puedo aprender nada si no es que tengo las bases solidad de la teoría
que son las más indispensables para poder llegar al siguiente paso, pero aun
teniendo el conocimiento teórico no soy un modelo competente; y el segundo es
el dominio de la práctica, si no se pone en practica lo aprendido, lo adquirido
que es el conocimiento teórico no será posible tener éxito en este arte, para
poder alcanzar ese objetivo se tiene que practicar las veces que sean
necesarias, como dice el dicho “echando a perder se aprende”, para que la
teoría y la practica se unan y sean una sola.
El amor en el ser humano, tiene rastros instintivos
que se asemejan a los animales pero en muy pequeña cantidad. La necesidad más profunda
del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar
la prisión de su soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad
significa la locura para el que no puede lograrlo porque poco a poco se separa
del mundo. Este problema lo enfrentan tanto hombres como mujeres de distintas
edades, lugares y culturas, y tratan de lograr la unión para trascender por la
vida con pensamientos unidos y semejantes.
Según él, antes, en
culturas más primitivas se intentaba vencer la separatidad de otras formas. Una
de ellas es recurriendo a estados orgiásticos, en los que desaparece el mundo
exterior y se siente una fusión con el grupo, que suele estar acompañada por la
experiencia sexual. Actualmente se puede recurrir a las drogas, pero los
individuos tienen sentimientos de culpa y remordimiento después, no como en el
estado orgiástico. La solución orgiástica es una forma natural y normal de
superar la separatidad; la unión orgiástica suele ser intensa, violenta,
transitoria y periódica. Otra forma de lograr la unión es por la actividad
creadora, por el trabajo productivo, en el que el individuo y su objeto se
tornan uno.
La unidad conseguida
por el trabajo productivo no es interpersonal, la alcanzada en la fusión
orgiástica es transitoria y la proporcionada por la conformidad. Todo esto no
es más que respuestas parciales a la separatidad, la solución plena es el amor.
Erich Fromm explica
que no hay que decir que el amor es el logro de la unión interpersonal, porque
hay algunos tipos de esta unión que no pueden llamarse amor como es el caso del
masoquismo, en la que la persona se convierte en una parte de la otra persona,
y exagera el poder de aquel al que se somete. Luego también está el sadismo,
que hace que la otra persona se convierta en una parte de sí misma y la domina,
explota, lastima y humilla, al contrario de la persona masoquista, aquí podría
entrar una frase la que muchos de nosotros decimos de una forma burlesca que es
“pégame, pégame pero no me dejes”. Al
encontrar esto, el autor reflexiona sobre qué pasaría si decimos que el amor es
una actividad, y es que “actividad” tiene dos significados. Uno, es el uso de
energía para lograr fines exteriores, y el otro es usar poderes inherentes del
hombre, haya o no cambios externos. Hay que distinguir ente acciones y
pasiones, y el amor es una acción, que consiste fundamentalmente en dar, no
recibir y esto es lo que muchos de nosotros de los seres humanos no entendemos.
Tenemos la ridícula idea de que si doy amor, la otra persona tiene forzosamente
darme amor, damos algo con el fin de esperar algo de igual magnitud o
significado a cambio, por eso estamos en una laguna de confusión y de
conflictos en lo que se trata de amor.
El problema es que
dar tiene un significado ambiguo y complicado. Para algunos, dar significa
sacrificarse, renunciar a algo, y para ellos la satisfacción es renunciar a
algo y sacrificarse por el otro. De esta forma, dar da más alegría que recibir.
Sin embargo, cuando una persona da lo mejor de sí misma por otra, no sufre, ni
sacrifica su vida, sino comparte lo que está vivo en él. En este sentido, el
amar consiste en dar, pero también hay otros elementos: cuidado,
responsabilidad, respeto y conocimiento
Ahora Fromm nos dice
que conocer a la otra persona es fundamental, si no hubiera conocimiento, no
servirían los demás elementos y no se podría amar, y estoy completamente de
acuerdo con el porque el amor a simple vista es solamente una ilusión, para
poder enamorarse o amar a alguien tiene que conocerla y con eso poder
enamorarse de la verdadera esencia de la persona y de sus sentimientos. Pero
conocer lleva a la exploración más profunda del alma, a fusionarse con el
individuo para conocerlo completamente. Según Fromm, para hacer esto, es
necesario irse a los extremos del sadismo, como un niño, que desarma algo o
destroza a un animal para conocerlo. La crueldad está motivada por el deseo de
conocer, pero la única forma de alcanzar el conocimiento total es el amor, no
la crueldad. Aquí, compara el problema de conocer al hombre con el de conocer a
Dios, a quién se intenta conocer con el pensamiento.
Comienza a hablar
del amor como el deseo de unión entre los polos masculino y femenino. Comenta
que desde siempre se han intentado unir los dos polos, lo masculino y femenino,
y que la homosexualidad es simplemente un fracaso ante el intento de lograr
esta unión. Fromm se contrapone a Freud por su pensamiento de que el amor es
sólo la expresión del instinto sexual, y de que éste es algo como la sed o el
hambre, que provoca un momento de tensión que tiene que ser aliviado mediante
el acto sexual. Freud también piensa que la masturbación es la satisfacción
sexual ideal, y que tanto los hombres como las mujeres tienen una naturaleza
masculina común. Fromm sostiene que el deseo sexual es sólo una pequeña parte
que motiva el amor erótico.
Más adelante se
comienza a hablar del amor entre padres e hijos. Cuando nace un niño, el amor
de la madre es incondicional, y para el niño, la madre lo es todo, y todos le
aman simplemente “porque él es”. Conforme crece, su problema consiste
en ser amado. Pero entre los ocho y medio y diez años, el niño piensa
en dar algo a sus padres, y poco a poco pasa a amar, descubriendo que es más
satisfactorio dar que recibir, entonces la pregunta aquí seria ¿en que momento
empezamos a olvidarnos de ese aprendizaje? Me refiero sobre el pensamiento de
que es mejor dar que recibir. Más tarde, la figura del padre se torna más importante
que la de la madre, y para explicar este cambio, es necesario saber la
diferencia entre el amor materno y el paterno. Se explica muy bien y de una
manera psicológica tan clara que los que no somos psicólogos, ni estudiantes de
eso podemos entenderlo.
El autor comienza a
analizar los diferentes objetos amorosos. Dependiendo del tipo de objeto
amoroso, el amor será de un tipo o de otro.
·
Amor
fraternal: Es el amor a todos los seres humanos, sin distinción. Se basa
en la experiencia de que todos somos uno, y las diferencias son despreciables.
Pero este amor comienza a desarrollarse sólo cuando amamos a quienes no
necesitamos para nuestros fines personales.
·
Amor
materno: Aquí se repite lo mismo que lo comentado anteriormente, y añade
que este amor no es entre iguales, sino que uno necesita la ayuda que el otro
le proporciona. Por este carácter altruista, ha sido considerada la forma más
elevada del amor. Pero llega el momento en que los dos seres unidos por el amor
maternal se tienen que esperar, al contrario que el amor erótico en el que dos
seres separados se unen.
·
Amor
erótico: Es el amor en el que hay unión con una única otra persona, y la
forma más engañosa del amor. Se suele confundir con “enamorarse”, pero esto es
de corta duración y el amor erótico, no. El deseo sexual debe estar estimulado
por el amor, para que haya, además de amor erótico, amor fraterno. La ternura
es el producto directo del amor fraterno. El amor no es un sentimiento, porque
los sentimientos aparecen y se van, pero el amor permanece.
·
Amor a sí
mismo. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. El amor a sí mismo va ligado al
amor a cualquier otro ser. Un individuo, si sólo ama a los demás, y no se ama a
sí mismo, no ama. Los egoístas no son capaces de amar a los demás, pero tampoco
se aman a sí mismas. Si te amas a ti mismo, amarás a los demás como a ti mismo,
pero mientras ames a otro menos que a ti mismo, no lograrás realmente amarte.
·
Amor a
Dios. En todas las religiones teístas, Dios es el valor supremo, y el amor
a éste tiene tantas cualidades distintas como el amor al hombre. El amor a Dios
se ha degenerado profundamente, y la religión es algo inusual en esta sociedad.
A mi manera de ver es a causa de que la sociedad de este nuevo milenio esta
cada ves más despierta, y en especial los adolecentes y jóvenes, y como ellos
son el futuro de nuestro planeta, ¿Qué pasara con la religión si ellos en no
tienen ese amor a Dios? Pues planteando uno de los peores escenarios posibles
ocurriría la extinción de la religión, de las costumbres y normas que se tenían
para estar en armonía y permanecer en el amor de nuestro Dios.
Después de examinar
la teoría del arte de amar, se pasará a examinar la práctica, pero no se
enseñará a amar, porque eso sólo puede hacerlo uno mismo, no existen recetas.
Todas las artes en común necesitan unos factores para su práctica: disciplina,
concentración, paciencia y preocupación. La disciplina es complicada de
desarrollar para un arte, porque un individuo común gasta la mayor parte del
día disciplinadamente en su trabajo para otros, y cuando tiene tiempo para él,
no le apetece actuar disciplinadamente, pero lo necesita. La concentración es
indispensable para la práctica de un arte, pero en esta sociedad somos
consumidores desconcentrados, que nos tragamos todo. La paciencia es muy
necesaria, ya que la práctica del arte no es algo rápido, sino lento. Lo más
rápido suele ser considerado lo mejor, pero en un arte es al revés.
La preocupación es
realmente importante, si no se preocupa uno por el arte que quiere desarrollar,
no lo desarrollará, y no pasará de ser un simple aficionado. También hay que
tener en cuenta que primero se deberán aprender cosas no relacionadas con el
arte, para luego adentrarse en éste. Para practicar la disciplina, ésta tiene
que salir desde dentro de uno mismo, no debe imponerse desde fuera, debiendo
ser considerada como algo bueno para uno mismo.
Practicar la
concentración es realmente difícil actualmente. La mejor forma de practicarla
es aprender a estar sólo conmigo mismo sin realizar ninguna actividad. Hay que
aprender a concentrarse en todo lo que uno hace, siendo la actividad lo único
que cuenta en ese momento. Concentrarse en la relación con otros quiere decir
escucharles. La mayoría de gente oye sin escuchar realmente al otro, sin tomarse
en serio las palabras de la otra persona. Para aprender a concentrarse, hay que
ser sensible a uno mismo, siendo capaz de notar tus propios cambios corporales
y buscando soluciones a ellos.
Erich comienza a
exponer las condiciones para la práctica del arte de amar. La condición
fundamental es superar el narcisismo, debemos superar la visión del mundo
exterior como una consecuencia de nuestro propio mundo interior, mirando todo
de forma objetiva. Si el amor depende de la falta de narcisismo, necesita la humildad,
la razón y la objetividad. La capacidad de amar depende de la capacidad de
superar el narcisismo. Par esto se necesita fe. Existen dos tipos de fe. La fe
racional es la basada en la certeza y firmeza que poseen nuestras convicciones,
mientras que la irracional está basada en creer porque lo dice una autoridad o
la mayoría. Tenemos fe en nosotros mismos y también tenemos que tener fe en los
demás, y esto culmina en la fe en la humanidad. Pero tener fe culmina en tener
valor.
En mi opinión este
libro es muy bueno porque nos abre los ajos ante la realidad de amar y para
poder amar como debe de ser tenemos que tener en cuenta lo que nos sugiere y lo
que nos muestra en esta obra. Por mi parte recomendaría este libro a quien sea
para que sea de provecho y al igual que a mi le haga pensar y reflexionar de lo
que ha hecho en su vida en cuanto el amor se trata.